Manipuló los mercados y utilizó la deuda para oprimir a la gente.
Su nombre era JP Morgan.
Aquí está la oscura historia detrás del régimen financiero que controla su dinero:
1799: La ciudad de Nueva York estaba desesperada por tener agua limpia.
60.000 habitantes. Sin suministro central de agua. Enfermedades por todas partes.
Entra Aaron Burr con una solución brillante: The Manhattan Company, una empresa de agua que salvaría la ciudad o por lo menos eso creían todos…
Pero Burr había escondido una cláusula secreta en los estatutos de la empresa: cualquier exceso de capital no utilizado para obras hidráulicas podría emplearse para “transacciones monetarias”.
Eso significaba que podían empezar un banco, 6 meses después, la empresa de agua abrió su primer banco y fue entonces cuando todo cambió:

Este banco, a través de una serie de fusiones, eventualmente pasaría a formar parte de JPMorgan, pero primero tenían que consolidar el poder.
La estrategia fue genial: crear crisis financieras y luego posicionarse como el salvador. El pánico de 1873 mostró exactamente cómo funcionó esto:
Jay Cooke & Company, una importante firma bancaria, realizó importantes inversiones en ferrocarriles, hubo una especulación desenfrenada con acciones y bonos ferroviarios, impulsada por el crédito fácil y la expectativa de altos retornos. Cuando Jay Cooke & Company se declaró en quiebra, se desencadenó una reacción en cadena.

La Bolsa de Nueva York cerró durante diez días, otros bancos y empresas quebraron y se produjo una grave depresión económica.
Aquí viene JP Morgan… Morgan coordinó con los Rothschild para suministrar oro al Tesoro de Estados Unidos durante la crisis.
A primera vista parecía un héroe, pero entre bastidores estaba acumulando un control sin precedentes sobre el sistema financiero de Estados Unidos.
Y la verdadera manipulación aún estaba por venir…

Morgan, en colaboración con los Rothschild, se convirtió en el salvador al suministrar oro al Tesoro de Estados Unidos.
Para un público en pánico, él era la mano firme en el caos. Pero en realidad estaba construyendo un sistema mediante el cual las decisiones financieras importantes fluirían a través de su oficina.
Había aún más…

Durante el pánico, Morgan orquestó una serie de consolidaciones bancarias. Los bancos más débiles fueron absorbidos por otros más fuertes, que él controlaba.
Cada crisis se convirtió en una oportunidad para eliminar la competencia y concentrar el poder. Cuando el polvo se asentó, la banca se había transformado.
El patrón era claro:
• Crear o explotar la inestabilidad
• Posicionarse como la solución
• Absorber a los competidores
• Emerger más fuerte
Este modelo de control financiero se iría perfeccionando a lo largo de generaciones y en 2008, el sistema bancario de JPMorgan lo perfeccionó hasta convertirlo en una forma de arte.

En 2008, los operadores de JPMorgan descubrieron una forma de manipular mercados enteros mediante la “suplantación de identidad”.
Realizaban órdenes masivas de compra/venta de metales preciosos y futuros del Tesoro, luego cancelarlos antes de la ejecución, el objetivo era crear una ilusión de actividad de mercado.
No se trató de una manipulación a pequeña escala, estamos hablando de cientos de miles de pedidos falsos a lo largo de 8 años. Fue tan efectivo que otros comerciantes tomaron decisiones basadas en las condiciones artificiales del mercado.
JPMorgan ganó, otros perdieron millones, pero aquí está la parte verdaderamente siniestra: Los sistemas de vigilancia interna de JPMorgan detectaron estas actividades varias veces.
La Bolsa Mercantil de Chicago les advirtió.
La CFTC investigó.
Incluso sus propios comerciantes denunciaron la mala conducta.
Sin embargo, esto continuó durante casi una década.
Las multas fueron sólo un costo de hacer negocios: Pagaron 920 millones de dólares en multas.
Suena enorme, ¿verdad?
Para un banco que gana miles de millones de dólares en beneficios, era una miseria. Pero el sistema funcionaba exactamente como estaba diseñado:

Los ricos se hacen más ricos mediante la manipulación. Los pobres siguen siendo pobres por las deudas.
¿Y cuando los pillen?
Las multas son tan pequeñas en relación con las ganancias que no hay incentivo para detenerlas. No se trata de un error del sistema, sino de una característica.
Incluso hoy en día, JPMorgan enfrenta múltiples casos legales abiertos. Han pagado 40 mil millones de dólares en multas desde el año 2000.
Sin embargo, siguen siendo una de las instituciones financieras más poderosas del mundo, elsistema bancario moderno no está roto, funciona tal como lo diseñó JP Morgan hace más de 150 años.

Un sistema donde:
• Los bancos se benefician de las pérdidas de otros
• La deuda mantiene a las masas controladas
• Los ricos pueden manipular los mercados.
• Las multas son más baratas que seguir las reglas.
El legado de Morgan sigue vivo a través de la misma institución que él creó. La parte verdaderamente oscura es que esto es sólo lo que sabemos.
Imaginemos todo aquello de lo que no tenemos ni idea: la manipulación de los mercados, el dinero y el poder que ocurre tras puertas cerradas.
El sistema de JP Morgan garantiza una cosa: La casa siempre gana.
Y no somos la casa.
Simplemente vivimos en ello.